sábado, 8 de septiembre de 2012

Neolengua, concepto Neocons

Eufemismos y Pensamiento Unico...
En un país en el que la clase política de la nueva era PP nos está habituando a esa engañosa neolengua que intenta confundir al ciudadano disfrazando, con la deformación del lenguaje y la confusión de conceptos, la dura verdad, y en el que parece que muchos periodistas y analistas políticos le buscan tres pies al gato para justificar lo que es injustificable.

En un país en el que los políticos están llamando a los brutales recortes “reformas”, al abaratamiento del despido “flexibilidad del mercado laboral”, a la amnistía fiscal a defraudadores “plan para recuperar activos ocultos”, a los recortes y al copago farmacéticos “aportación ciudadana”, o al hundimiento de la economía “tasa de crecimiento negativa”, llamar al pan, pan es como un soplo de brisa fresca que nos recompone un poco las neuronas, tan maltrechas por tanto mareo de perdiz y abuso político y dialéctico.

Llamar al pan, pan, decía, puede ser, en momentos turbios y cenagosos, como verdadera poesía para nuestros sentidos, puede ser la herramienta perfecta que desenmascare las divagaciones destinadas a tapar la evidencia, los engaños con que justifican los abusos, las vaguedades y mamarrachadas con que nos desvinculan del compromiso con la realidad. 

Cuando el periodista le preguntó ¿Qué opinión tiene de los que toman las decisiones ahora mismo?, Antonio Gala contestó: “Da la impresión de que este país está gobernado por una colección de tontos que se han reunido para jugar a algo, a las cartas, al dominó, y no saben las reglas…

La verdad es que estamos gobernados por una pandilla de gilipollas”. También estas palabras, de la boca de una voz lúcida y grande, suenan a poesía, porque a veces, en tiempos de falsedades, nada hay más cercano a lo poético que la expresión clara y contundente de la simple y llana verdad.
Coral Bravo es Doctora en Filología