Cada 1 de mayo, Bonares celebra la tradicional fiesta de las Cruces Chicas, como preámbulo de lo que serán las Fiestas de las Cruces Grandes, el tercer domingo.
A primeras horas de la mañana, los pequeños mayordomos de cada Cruz: El Rincón, Higueral, El Pozo, Larga, Cuatro Esquinas, La Fuente, Misericordia, Nueva, Arenal, El Pilar, San Sebastián y Triana, ataviados con los trajes típicos, se dirigen desde sus capillas hasta la Iglesia portando sus estandartes y acompañando a la Cruz en su paso.
Allí reciben una bendición del párroco y posteriormente procesionan por las calles que conforman la carrera oficial del pueblo, acompañados por los bonariegos y visitantes. El recorrido finaliza en la plaza de la Constitución, donde todas las Cruces se ubican en dos filas paralelas y enfrentadas dejando un pasillo en el centro. Por este pasillo desfilan cada una de las Cruces con sus respectivos estandartes, por orden de menor a mayor antigüedad, realizando las “Caídas” que son una especie de reverencia simbolizando con ello las tres caídas de Jesús antes de su muerte. Éste gesto simbólico se efectúa mediante una genuflexión de los dos niños que van delante de los cuatro que portan cada Cruz. Las caídas se ejecutan ante la Cruz del Rincón, que se ubica en los soportales del Ayuntamiento, y que recibe este honor por ser la más antigua.
Tras la realización de las caídas, un jurado popular formado por dos niños de cada Cruz, votan a las Cruces que hacen las mejores caídas. Este año la Cruz de la calle Misericordia recibió el primer premio, el segundo fue para la Cruz de la Calle Larga y el tercero para la Cruz de la Calle San Sebastián.
Esta fiesta está organizada por el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Festejos. Tanto el concejal, Felipe Martínez, como el alcalde, Juan Antonio García “agradecieron a todos los pequeños y mayores el poder contar con ellos para continuar con esta tradición, perdida durante un prolongado periodo de tiempo y rescatada con fuerza desde hace más de 25 años y para que siga siendo la puerta de apertura a la fiesta grande de mayo en Bonares”.
JAGarcia
A primeras horas de la mañana, los pequeños mayordomos de cada Cruz: El Rincón, Higueral, El Pozo, Larga, Cuatro Esquinas, La Fuente, Misericordia, Nueva, Arenal, El Pilar, San Sebastián y Triana, ataviados con los trajes típicos, se dirigen desde sus capillas hasta la Iglesia portando sus estandartes y acompañando a la Cruz en su paso.
Allí reciben una bendición del párroco y posteriormente procesionan por las calles que conforman la carrera oficial del pueblo, acompañados por los bonariegos y visitantes. El recorrido finaliza en la plaza de la Constitución, donde todas las Cruces se ubican en dos filas paralelas y enfrentadas dejando un pasillo en el centro. Por este pasillo desfilan cada una de las Cruces con sus respectivos estandartes, por orden de menor a mayor antigüedad, realizando las “Caídas” que son una especie de reverencia simbolizando con ello las tres caídas de Jesús antes de su muerte. Éste gesto simbólico se efectúa mediante una genuflexión de los dos niños que van delante de los cuatro que portan cada Cruz. Las caídas se ejecutan ante la Cruz del Rincón, que se ubica en los soportales del Ayuntamiento, y que recibe este honor por ser la más antigua.
Tras la realización de las caídas, un jurado popular formado por dos niños de cada Cruz, votan a las Cruces que hacen las mejores caídas. Este año la Cruz de la calle Misericordia recibió el primer premio, el segundo fue para la Cruz de la Calle Larga y el tercero para la Cruz de la Calle San Sebastián.
Esta fiesta está organizada por el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Festejos. Tanto el concejal, Felipe Martínez, como el alcalde, Juan Antonio García “agradecieron a todos los pequeños y mayores el poder contar con ellos para continuar con esta tradición, perdida durante un prolongado periodo de tiempo y rescatada con fuerza desde hace más de 25 años y para que siga siendo la puerta de apertura a la fiesta grande de mayo en Bonares”.
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