El pasado día 25 de mayo se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo, las Elecciones Europeas. Unas elecciones que se llevan a cabo cada 5 años y que decidirá qué modelo de política guiará la hoja de ruta en Europa en el próximo lustro y quien gobernará esa hoja de ruta.
Cuando unas elecciones se celebran, sean las que sean, ocurren muchas cosas e intervienen muchos factores que hay que analizar y valorar en su justa medida para sacar las conclusiones correctas. Para eso están politólogos y sociólogos, sacaran conclusiones y las publicaran.
Pero hay conclusiones que se pueden sacar de forma inmediata, sin necesidad de esperar esos estudios. En nuestro país, España, todas estas conclusiones tienen un denominador común: El descontento, la indignación y la desconfianza en todas las instituciones y de forma muy especial en la política y los políticos.
Estas se podrían resumir en:
- La falta de predicción de los resultados del 25M, los analistas fallaron.
- La participación se mantuvo a pesar de la desafección política.
- Aumento de los extremismos en contra del Bipartidismo Centro derecha/ Centro Izquierda, sin llegar al radicalismo de otros países de Europa.
- Fragmentación del voto y mayor representación en la Euro-parlamento.
- El eje Berlín-Madrid aguanta el desgaste de sus políticas conservadoras de austeridad y recortes, a pesar de la importante pérdida de votos.
- La socialdemocracia pierde votos por el centro y la izquierda, necesita reinventarse y volver a coger la iniciativa con otro/a líder.
- Surgen nuevos partidos más populistas que restan votos.
En definitiva, una vez más los ciudadanos nos da una lección de democracia, nos habla con sus votos y nos marca el camino por donde quieren que vayamos con la nueva hoja de ruta para gestionar las políticas europeas.
En leer e interpretar bien lo que nos han dicho los ciudadanos con sus votos está el quit de la cuestión y la habilidad para hacer coincidir la hoja de ruta del nuevo gobierno con la hoja de ruta que nos ha dictado los votantes. Esa es la Europa que quieren los europeos y los españoles.
Ahora toca trabajar cada uno en su nuevo puesto y buscar soluciones a los innumerables problemas que hay en nuestra sociedad y desearle a los nuevos gobernantes que acierten en sus políticas.
En resumen, el pueblo habló, alto y claro. Otra cosa es que se le haya entendido. Ojala sea así. No obstante, ¿Habremos aprendido algo, sabremos hacerlo mejor?, el tiempo lo dirá.
@JAGarciaBonares